sábado, 20 de agosto de 2016

SALMO 147:3
Reflexión Cristiana del Abanico. 

Esta es la historia de un abanico, fue comprado en un momento de suma necesidad, pues era un tiempo de calor insoportable.... el abanico llego a casa a ser una bendición, en momentos de mal humor por el acaloramiento el era una parte imprescindible para tener buen humor, compartió muchos gratos momentos, reuniones familiares, ricas noches de descanso, así como momentos de cambio y de tristes decisiones.... se cambio de casa en varias ocasiones y también de ciudad... vivió cerca de 10 años, hasta que en un momento y sin una mala intensión, al tratar de ponerlo a refrescar de nuevo crack, se rompió, fue un momento difícil pues como en las otras ocasiones era necesario para poner un ambiente agradable....como se pudo se recargo en la pared y siguió haciendo su labor, como de costumbre.... con algunas dificultades, pero cambiando ambientes.... una noche de calor extremo, el abanico no pudo mas y se cayo, se le busco mil maneras de acomodarse y a como se pudo duro una noche mas.... ya sin cuerpo pero con su corazón (motor) funcionando al 100 %....al día siguiente y sin previo aviso, el abanico fue cambiado, ahora por uno nuevo, con bellas aspas transparentes y de color blanco, en perfectas condiciones y apto para llevar a cabo la función que el anterior por mas de 10 años realizaba.... el abanico cucho, fue tirado con la esperanza de que alguien lo pudiera tomar y arreglar...
muchas veces así es nuestra vida, pasan cosas que quiebran nuestra alma, cuerpo o espíritu y hacen que no funcionemos de manera adecuada, aunque nuestro corazón este dispuesto, sin embargo a diferencia de este abanico, nosotros tenemos un dueño, experto en reparaciones y restauraciones.... que siempre que nuestro corazón este dispuesto puede hacer la obra en nosotros y hacernos transformadores de ambientes...
no importa el daño, no importa la gravedad del asunto.... el no nos desecha, nos toma nos restaura y nos deja como nuevos.. listos para ser usados.

Salmos 147.3 Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas 

Salmos 147:3  Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.




martes, 16 de agosto de 2016


•*"Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ"*• .¸¸.•*
..Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ.. REFLEXIÓN CRISTIANA. 

El águila y la tormenta 

            ESPERO LES SEA DE BENDICIÓN

Isaías 40:31 – "pero los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.


e láguila y la tormenta




El águila y la tormenta - Reflexión bíblica


¿Sabías que un águila sabe cuando una tormenta se acerca mucho antes de que empiece?

El águila volará a un sitio alto para esperar los vientos que vendrán. Cuando llega la tormenta, Extiende sus alas para que el viento las agarre y le lleve por encima de la tormenta. Mientras que la tormenta esté destrozando abajo, el águila vuela por encima de ella.

El águila no se escapa de la tormenta. Simplemente usa la tormenta para levantarse más alto. Se levanta por los vientos que trae la tormenta.
Cuando las tormentas de vida nos vienen – Y todos nosotros vamos a pasar por ello, Podemos levantarnos por encima poniendo nuestras mentes y nuestra fe en Dios.
Las tormentas no tiene que pasar sobre nosotros. Podemos dejar que el poder de Dios nos levante por encima de ellas. Dios nos permite ir con el viento de la tormenta que trae enfermedad, tragedia, y demás cosas en nuestras vidas. Podemos volar sobre la tormenta.
Recuerda, no son los pesos de la vida que nos lleva hacia abajo, sino el cómo los manejamos.